SUSPIRO ESTELAR

Dando la cara

Se me cansa el alma, me pesan las penas...me abruman el llanto y el dolor que siento he creado a mi alrededor. No puedo hacer nada por atar un cabo de mi vida, mientras tanto ese lastre sigue a la deriva, hiriéndose con todo aquello que yo misma he puesto en el camino.
Ni siquiera sé como hice el nudo, no sé como voy a deshacerlo. No vi las lazadas que se cruzaban delante de mí, que me encerraban que se cernía sobre nosotros, que ataba parte de mí a otra vida. Aunque yo no quería, ocurrió. Ahora el sentir de un diamante sobre mi cabeza, esa lágrima que brilla, no me deja cerrar los ojos, sin derramar mi suero de vida.

No le quiero como él quisiera, pero le quiero como quiero yo. No me ha pedido que le quiera, sólo me ha pedido perdón, por no hacérmelo ver antes, aunque yo le insistía en que no sentía por mí más que un mero reflejo, un deslumbramiento, por no estar acostumbrado a tratar a personas como yo.

Quisiera poder ayudarle, poniendo entre nosotros más barrera, más que la que le dicta su corazón, pero ya nos hemos herido una vez y fue una gran estocada, me siento perdida en ese campo no sé qué hacer, ojalá se diera cuenta, de que yo también estoy aprendiendo a ser querida y no huir.

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De: El peatón deslumbrado

Fecha: 2003-01-04 05:14

¡Cómo envidio a ese hombre! Son las cuatro de la mañana y lo he dejado en su lecho, despues de una noche de examen de conciencia. Está derrotado.

Pedía un SOS mudo que nadie recibió, quizás nunca lo requirió, pensando que, como siempre, su propio estómago lo asimilaría. Pero esta vez no es como siempre...

Discrepo cuando dices que has creado dolor. Hay situaciones en las que no hay culpable, ocurren y ya está. Sin embargo, si así fuera, vale infinitamente más una lágrima propiciada por ti que una sonrisa labrada por cualquier otra. Sin embargo, las que él te ha liberado merecen el peor de los castigos.

Este alma pide que pises tan fuerte en su corazón como a ese afortunado. No pases de largo, deja tu impronta, que llorar por ti es una dicha, una dulce condena. Yo me ofrezco voluntario. Átame a mí como lo hicistes con él. Bello tatuaje las marcas de su cuerda...

De: Anónimo

Fecha: 2003-11-21 21:56

Se muy bien lo que sientes, la misma sensación es un lastre para mi que sin querer ser culpable siembro dolor al querer a mi manera y, quizás, como tu dices, huyo de ser querida con tanta fuerza.Y es que dicen que me quieren como nunca a nadie han querido pero yo creo que se confunden, que nadie antes les transmitió lo que yo les he transmitido y por eso están confundidos...ojalá en esos momentos pudiera amar tanto como ellos pero siento que aun no he transmitido todo lo que debo.Espero aprender con el tiempo a no huir de los sentimientos que desencadeno.
un abrazo, no te conocia hasta hoy y es muy reconfortante ver que en el mundo hay gente como tu.Que va más allá y lo transmite con palabras.Me hace no sentirme tan sola frente a mis dudas.

Dando la cara

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